Cuando empezamos a buscar trabajo activamente recibimos muchos consejos y recomendaciones. Sin embargo, debemos tener cuidado con cuáles seguimos y cuáles no, ya que algunos pueden resultar contraproducentes.
El primero de los malos consejos para buscar trabajo es “publica tu currículum en todas las bolsas de trabajo existentes”. No centrarte en aquellas en las que más encajas puede sobreexponerte y que se te valore poco en el mercado laboral.
Otro consejo que suele darse es “no envíes tu currículum en papel”. Pese a que la búsqueda y relacionamiento activos en la red son esenciales, enviar una copia física puede diferenciarte y acercarte a la compañía. Además, así evitas problemas como que tu correo no llegue, ya sea por el filtro de spam o por “acumulación” de envíos de otros candidatos que tapen el tuyo.
También es común oír que es importante el “empleo de lenguaje corporativo” en nuestro currículum. El empleo excesivo de la terminología corporativa puede ser pesado y abrumador para el que recibe y lee el currículum. Es preferible redactar un texto sencillo y fácilmente comprensible que refleje nuestros puntos fuertes y subraye aquello en lo que destacamos, sin palabras abstrusas que distraigan.
En este sentido, también suelen recomendarnos que “no pongamos nuestros objetivos en el currículum” en el momento de buscar trabajo. Sin embargo, ello puede ser de gran ayuda para que el entrevistador discierna nuestra idoneidad para el puesto y, además, conozca nuestra voluntad de crecimiento y evolución.
Una vez en la entrevista, un consejo recurrente es “contarle todo lo que se pueda al entrevistador”. Si bien es cierto que debemos subrayar nuestras fortalezas y nuestras experiencias académicas y laborales más destacadas, no debemos abrumar ni proveer información que pueda luego jugar en nuestra contra.
Cuando estemos negociando el contrato, también se suele recomendar “no hablar de dinero”. Esto puede ser muy contraproducente, ya que los entrevistadores pueden pensar que no es un tema importante para ti y ofrecerte un sueldo o retribuciones por debajo de tus necesidades reales.
