Por proximidad, buscar empleo en Francia puede ser una buena alternativa para muchas personas que quieres salir de España en busca de nueva oportunidades laboral y experiencia.
Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, salir a buscar trabajo en el extranjero es una opción cada vez más atractiva para los españoles, teniendo en cuenta el preocupante nivel de paro y la escasez de oportunidades cada vez más acuciante dentro de nuestras fronteras. Además de Reino Unido y Alemania, otro de los destinos más plausibles y, en este caso, relativamente sencillos por su proximidad, es Francia. Pero antes de lanzarnos a buscar trabajo en el país galo, es útil tener en cuenta ciertas peculiaridades de su mercado laboral.
En primer lugar, Francia difiere de la mayoría de países europeos en la poca utilidad que dominar el inglés nos puede ofrecer; para trabajar en Francia es prácticamente indispensable hablar francés con fluidez. Por ello, sería necesario partir de una base sólida en cuanto al idioma o bien, si esperamos aprender allí, tener en mente que encontraremos solamente trabajos de perfil bajo.
Las empresas de trabajo temporal, como Adecco Francia, pueden ser de gran ayuda para encontrar un trabajo en ese país: nos ofrecen información vía online de los perfiles más demandados y nos permiten encontrar un trabajo antes de la “mudanza” definitiva. Sin embargo, los contactos son, como en nuestro país, una de las principales fuentes de empleo. Por ello, es recomendable hacer un repaso exhaustivo de nuestros contactos en el país vecino, para que nos puedan recomendar y/o hacer llegar ofertas por vía informal.
Por otro lado, el gobierno francés cuenta con redes de empleo propias con oficinas por todo el país. Dos de las más destacadas son Pole emploi, que ofrece trabajos manuales y no especializados (http://www.pole-emploi.fr/accueil/) y APEC, la Agencia Nacional Francesa de Profesionales y Ejecutivos (Agence pour l’Emploi de Cadres, www.apec.fr).
A nivel práctico, es útil destacar que el salario mínimo en Francia es uno de los más altos de Europa (unos 7,20€ la hora), aunque la media salarial no es de las más altas. Asimismo, la jornada laboral en Francia se ha fijado en 35 horas a la semana, por lo que las demás horas se contabilizan como horas extraordinarias. Sin embargo, esta regla tiene muchas excepciones, como por ejemplo para representantes de ventas, ejecutivos, gerentes, porteros en edificios residenciales y personal doméstico, entre otros. También hay que tener en cuenta que los precios medios en Francia son un poco más elevados que en España, por lo que hay que llegar preparados.
