La búsqueda de empleo es una tarea muy exigente tanto si tienes trabajo como si estás desocupado. Una de las herramientas más importantes que tenemos para enfrentar esta situación es nuestra red de contactos. Pero recuerda que una red es un vínculo multidireccional que no sólo llega hasta ti, sino que parte de ti hacia otros. Pensar tu papel dentro de la red es interpretar efectivamente su funcionamiento y sacar el mejor provecho de ella.
En tu red de contactos tendrás amigos que tienen empleo, pero seguramente habrá otros que estén también buscando trabajo y a quienes tú puedas ayudar. Muchos de tus conocidos pueden ser contactos de gran provecho y utilidad para alguien más. Piensa a quienes puedes presentar dentro de tu red y cómo colaborar con esa persona que busca empleo o quiere cambiar el que tiene.
Tener una visión más amplia y no centrarte sólo en tu propia situación es una buena manera de evitar el agobio y la frustración que muchas veces genera la búsqueda de trabajo. Una perspectiva más realista te permitirá ver que hay otras personas en situaciones similares y que juntos es más sencillo salir adelante.
Este es el mejor modo de aprender la verdadera función de las redes. La gran mayoría de las personas que ayudas, querrán también ayudarte o ayudar a otros. Las “cadenas de favores” son tan sencillas como eso: recordar que tú puedes ser un eslabón importante en la búsqueda de otras personas. Ayudar a otros es ayudarte a ti mismo.
Finalmente, recuerda que no hay sólo una manera de colaborar con otros: puedes presentar contactos dentro de tu red, facilitar información que tú dominas, acercar consejos útiles para la búsqueda o incluso brindar unos minutos de tu tiempo para conversar.
Piensa en todo aquello que ha sido útil para ti y como también puede ser útil para otros. Compartir contactos, información, conocimientos y tiempo es la base para construir una red sólida y provechosa que pueda ser una herramienta extremadamente útil a largo de toda tu vida profesional y personal.
