En número de personas que tratan de encontrar un trabajo más allá de nuestras fronteras sigue aumentando y, cada vez más, la vista se dirige al continente asiático. Las diferencias tanto a nivel idiomático como culturales con Asia son evidentes y pueden suponer una primera barrera de entrada, pero aún así hay muchos puntos que juegan a favor de este continente como objetivo para crecer en el campo profesional.
El principal motivo por el que Asia es un destino atractivo es su espectacular crecimiento económico en los últimos tiempos. Los llamados países emergentes se están convirtiendo en las nuevas potencias económicas mundiales, desbancando incluso a los anteriores líderes globales. Las compañías propias de los países asiáticos están creciendo a un ritmo acelerado; por su parte, las grandes multinacionales empiezan a destinar más recursos a abrir y ampliar sucursales en estas zonas.
Por ello, el mercado laboral en Asia está inmerso en una gran explosión, en la que se multiplica la necesidad de mano de obra tanto de base como cualificada. Así, Asia requiere de muchos perfiles profesionales antes inexistentes o poco necesarios en la zona como expertos financieros –para la apertura y expansión de compañías-, abogados y contables, por ejemplo – para manejar exportaciones y asuntos de carácter internacional.
Este tipo de perfiles son, por el momento, difíciles de encontrar en los mercados laborales internos, por lo que pueden suponer una gran oportunidad para los extranjeros. Los perfiles internacionales son útiles también en otro sentido: como la actividad económica en los mercados internacionales está aumentando considerablemente, este tipo de perfiles son muy útiles porque cuentan ya con conocimiento de base de otras culturas empresariales y económicas.
Asimismo, perfiles laborales emergentes como la Responsabilidad Social Empresarial, también serán muy demandados en los próximos años, ya que se trata de un concepto aún muy poco arraigado en el continente.
