En muchas ofertas de trabajo, dominar el inglés es un requisito indispensable. Y en las que no lo es, es un valor añadido indudable. Aprender idiomas es, por tanto, una buena manera de invertir tu tiempo y tus esfuerzos. Mejorarás tu empleabilidad seguro. Y te enriquecerás con conocimientos que te aportarán nuevos puntos de vista.
Pero si a pesar de todos los beneficios para tu desarrollo profesional (y también personal) te da pereza empezar a estudiar un idioma por tener que volver a clase, no te preocupes. No es necesario volver al aula para aprender de forma real un nuevo idioma. Es más, hacerlo fuera de ella tiene también muchas ventajas.
La primera es que, si optas por aprender un idioma fuera de clase, a través de conversaciones con nativos, viendo películas en idioma original o sumergiéndote con un viaje, aprenderás la lengua tal como la utilizan sus hablantes, con estructuras gramaticales, vocabulario y frases hechas reales. Y lo harás mientras mejoras tu pronunciación y la capacidad para entender el idioma hablado. Otra ventaja es que convertirás el aprendizaje en una actividad de ocio, que te apetecerá hacer y, por lo tanto, en la que estarás más predispuesto a invertir tu tiempo. Además, aprenderás a tu ritmo.
Y si ahora te estás preguntando cómo poder hacerlo, lee atentamente los siguientes consejos para aprender idiomas:
- Viaja. Si puedes hacer un viaje de más de una semana a un país en el que se hable el idioma y sumergirte en él, pero también en la cultura y las costumbres, hazlo. No se trata de hacer turismo, que también, si no de viajar para hablar y escuchar lo más que puedas. Si no sabes nada de ese idioma, el hecho de necesitar que te entiendan y de entender te servirá como primer paso para empezar a aprender.
- Lee. Si quieres aprender idiomas y tienes un nivel mínimo, empieza por cuentos. Si tienes un nivel más elevado, atrévete con una novela. No tienes que entender palabra por palabra, sino el conjunto del relato. Al principio te costará más esfuerzo, pero poco a poco lo harás de forma más ágil. Gracias a la lectura, incorporarás de forma natural estructuras gramaticales y vocabulario.
- Mira series y películas. Seguramente que dedicas una parte de tu tiempo libre a ver cine o series. ¿Por qué no hacerlo en el idioma que quieres aprender? Puedes empezar viéndolas subtituladas en español, pasar después al subtítulo del idioma en cuestión y después sin él. En poco tiempo acostumbrarás tu oído al idioma y te será más fácil comprenderlo.
- Parejas de intercambio lingüístico. Si ya has leído y escuchado el idioma, ahora te toca hablarlo. Bien por internet o bien en tu ciudad, busca un nativo para poder hablarlo de forma distendida. En una hora hablando aprenderás más que en una hora de clase.
Si complementas todas estas actividades con una clase formal, tu conocimiento del idioma mejorará de forma muy rápida. ¡Anímate!
