En esta ocasión queremos proponeros una nueva actividad para realizar junto a los compañeros de trabajo, al finalizar la jornada laboral: los talleres de cocina. Se trata de una actividad lúdica y enriquecedora a la vez, pues nos garantizan aprender un sinfín de cosas acerca de dietas, menús, técnicas culinarias, gastronomías extranjeras… además de pasar tiempo con los amigos de la oficina, para conocerse mejor.
Pero aprender a cocinar no solo conlleva beneficios para tu salud, como descubrir cuáles son los tipos de cocción más saludables o los alimentos de temporada, sino que tiene múltiples virtudes que podrás aplicar al mundo laboral. Por ejemplo, el mundo de la cocina implica mucha concentración y organización, puesto que toda receta requiere seguir unas instrucciones paso a paso y en el orden establecido. Ambas cualidades son muy útiles en el terreno laboral, donde seguramente a diario cuentes con múltiples tareas distintas que debas saber distribuirte a nivel de tiempo y de dedicación.
Los talleres de cocina, si acudes en grupo, te garantizarán no solo divertirte y conocer mejor a tus compañeros, sino aprender coordinación a la hora de ejecutar tareas. Si mientras uno pone la pasta a hervir, otro corta verduras, no sólo estaréis dividiendo el trabajo, sino que estaréis repartiendo las cosas a hacer en función de vuestras habilidades, dos cosas fundamentales en el mundo laboral.
Es evidente, además, que la cocina nos permite desarrollar nuestra creatividad y capacidad de innovación, de nuevo dos valores imprescindibles en el plano profesional, si quieres ir más allá de la mera rutina, que contribuyen además a aumentar la productividad y eficiencia de los trabajadores.
Además, cocinar nos ayuda a relajarnos y destensarnos, algo que agradeceremos cuando debamos reincorporarnos a nuestras tareas laborales. Es así, puesto que todo el proceso de elaboración de platos te ayudará a olvidarte de todo y a divertirte, fomentando sensaciones y actitudes positivas que después te ayudarán a trabajar más cómodamente.
Finalmente, recuerda que existen talleres de cocina de todos los niveles para que aprendas a tu ritmo. Y si aún te quedan dudas, piensa que esos ricos platos que preparéis, ¡os los podréis llevar! ¿Qué mejor forma de fomentar el networking que compartiendo con los miembros de otro departamento esas galletas sabrosísimas que preparasteis?
