Para encontrar un hueco en el mercado laboral, cada vez es más imprescindible mantenerte alerta de las novedades en tu campo de especialización y plenamente actualizado a nivel de formación. La época estival es perfecta para ponerse al día en cuánto a formación, primero porque las instituciones educativas suelen ofrecer muchos cursos de verano y, segundo, porque es una época en la que en general se dispone de más tiempo libre, ya sea por las vacaciones o por la jornada intensiva, tan propia de esta temporada.
Sin duda, una de las opciones más exitosas son los cursos de idiomas. Ya sea con viajes al extranjero para practicar con nativos, en cursos oficiales o en academias especializadas, practicar la lengua en verano es algo tremendamente común. Así, estaremos más preparados para, cuando llegue septiembre, reanudar o intensificar nuestra búsqueda de empleo, o para tratar de lograr una mejora laboral o salarial.
Por otro lado, las universidades suelen ofrecer cursos de verano y seminarios para ampliar conocimientos en temáticas específicas que pueden ser útiles para engrosar nuestro currículum e ir redondeando y reconduciendo nuestro perfil profesional en una dirección concreta que nos interese; asimismo, pueden sernos de utilidad para descubrir nuevos horizontes o para comprobar si nos interesa o no una materia determinada antes de lanzarnos directamente hacia una especialización más intensa (ya sea con un máster, un grado o una carrera universitaria, por ejemplo).
Asimismo, como cualquier actividad formativa, los cursos de verano nos permiten conocer gente con intereses similares a los nuestros, lo que contribuye al aumento de nuestra red de contactos y puede redundar en oportunidades laborales. Además, los cursos de verano suelen ser intensivos, por lo que ganamos tiempo de formación y, además, podemos elegir entre un gran número de ofertas.
