“Gracias a internet hemos podido llegar a un mayor número de personas”
Un par de décadas atrás, el negocio de Alberto Bravo y Pepita Marín probablemente habría sido una mercería en la esquina de un barrio. Pero Internet lo cambió todo, para ellos y para quienes se decidieron a emprender en el sector e-commerce. Ésta es la historia de éxito de dos jóvenes audaces que se animaron a resucitar el viejo arte de tejer y montaron una empresa con alcance internacional. Hoy, Alberto nos cuenta los entresijos de su aventura emprendedora:
¿Cómo surge la idea de “We are Knitters”?
Un año antes de comenzar nuestra andadura empresarial, estábamos trabajando en una consultora multinacional y en uno de los viajes que realizamos a Nueva York por ese entonces, vimos que había mucha gente joven tejiendo en los espacios públicos, ya fuera de camino al trabajo en el metro o en una cafetería reunidos con otros que tenían sus mismas aficiones. Este viaje nos hizo replantearnos un modelo de negocio que estaba en decadencia en España. Nosotros tuvimos la visión de crear un nuevo concepto a partir de una tradición que empezaba a caer en el olvido, mediante kits que se adecuaran más a las necesidades de un público más joven, con colores vivos y más actuales.
¿Cuáles fueron los primeros pasos cuando ya tuvisteis esta iniciativa en mente?
Iniciamos nuestro camino empresarial a raíz de un premio de emprendimiento que ofrecía la Universidad de Comillas, nos presentamos y ganamos en el año 2011. Este hecho permitió que obtuviéramos un respaldo económico que, acompañado con fondos propios, hizo que la empresa se pusiera en marcha. A partir de ahí comenzamos a crecer de manera orgánica, hasta que en el 2013 entraron en el accionariado un fondo de capital riesgo español y varios business angels.
¿Cuánto tiempo os llevó ver que el proyecto comenzaba a moverse?
Los primeros frutos empezaron a darse a los pocos meses. Por un lado, el movimiento Do It Yourself empezaba a calar en España, muchas chicas jóvenes comenzaron a interesarse por nuestros productos. Esto creó un boca a boca muy importante. Por otra parte, las redes sociales han sido claves en nuestro ‘éxito’. Estamos acostumbrados a vivir pegados a una pantalla, ya sea la del móvil, el ordenador o la televisión. Hacer algo con nuestras manos es casi novedoso y te proporciona un sentimiento de gran satisfacción y orgullo personal. A día de hoy, en esos casos lo primero que hacemos es compartirlo en Instagram o Facebook. Esto ha hecho que más gente lo haya visto y haya pensado: “Si él/ella ha sido capaz, ¿por qué yo no?”.
¿Cómo es la realidad actual de “We are Knitters”?
La realidad de We Are Knitters es muy positiva. Nuestros principales mercados son Francia, Alemania y Estados Unidos seguidos muy de lejos por España, que ya representa menos del 10% de nuestra facturación. Poco a poco hemos logrado ser reconocidos a nivel internacional como una de las marcas de referencias en el sector, tanto por la calidad de las materias primas, como por nuestros diseños.
¿Cuál crees que ha sido la clave para conseguirlo?
A parte de lo que comentábamos de las redes sociales, al tratarse de un e-commerce la inmediatez de la información ha sido algo determinante. Gracias a internet hemos podido llegar a un mayor número de personas. Antiguamente, un negocio como el nuestro hubiera sido una mercería en una calle en la que nos comprarían única y exclusivamente las personas que pasaran por allí. Todo ha cambiado, ahora podemos llegar a una persona en mitad de la América profunda que tiene la misma afición que una italiana o una alemana, todas ellas con un punto en común, son tejedoras. A día de hoy nos sigue sorprendiendo la procedencia de algunos pedidos. Es lo bonito de vivir en esta era.
Si pudieras brindarle un consejo a los jóvenes que desean iniciar un proyecto o emprendimiento propio, ¿cuál sería?
Nosotros no somos muy de dar consejos, porque lo que a nosotros nos ha funcionado puede que a otro no le funcione o al revés, pero lo más importante es creer en tu idea o proyecto al 200%. Por el camino te vas a encontrar con un millón de impedimentos que te lo van a poner difícil, pero si estás convencido totalmente todo se acaba superando. Además, si puedes emprender en compañía mejor que si lo haces solo: apoyarse el uno en el otro en los momentos malos es fundamental y celebrar los éxitos juntos más aún.