El afterwork, como te hemos comentado en muchas ocasiones, es una oportunidad fantástica para relacionarte con tus compañeros haciendo actividades más alejadas de las propias tareas del día a día en el trabajo.
Cocinar está de moda y en esta sección ya te hemos explicado anteriormente cómo mejorar tu productividad cocinando con tus compañeros. Así que hoy te hablaremos de las virtudes de hacer pan. En las grandes ciudades hay cada vez más opciones para aprender los secretos de este tradicional arte que tiene tantos adeptos en España. Panaderías y obradores de toda la vida, que defienden el valor de un buen pan artesano frente a uno precocido, ofrecen cursos de distintos niveles para iniciar o perfeccionar la técnica del amasado y, como no, también se ha convertido en una excelente oportunidad para hacer afterwork con tus compañeros.
Desde luego, un buen pan casero gusta a todo el mundo por la consistencia de su miga y el crujiente de su corteza. En definitiva, por su sabor. Pero es que, además de estar más rico y ser más sano, cada vez más expertos coinciden en señalar que hacer pan con nuestras propias manos nos reporta grandes beneficios: como exige estar concentrado durante un período de tiempo, es una buena terapia contra la depresión y también ayuda a combatir la ansiedad y el estrés. Por todo ello, muchas empresas optan por llevar a todos sus empleados a uno de estos talleres, en los que además aprenden a trabajar en equipo haciendo algo que pocas veces tenemos oportunidad de hacer. Y después, como no, te puedes llevar a casa tus creaciones y degustarlas con los tuyos.
¿A que es una actividad de afterwork que ya te estás planteando?
