Practicar las entrevistas antes de realizarlas no es solamente algo recomendable, es realmente una necesidad si lo que deseas es obtener los mejores resultados. A menudo el estrés que generan las entrevistas de trabajo deriva en actitudes negativas que pueden poner en riesgo nuestra candidatura. Por eso, es importante que estés bien preparado para mantener una conducta correcta y no dejarte superar por la situación.
Hoy te hablamos de estas tres actitudes negativas que a toda costa deberás evitar durante la entrevista:
- Estar extremadamente relajado. No importa cuán simpáticos y agradables sean nuestros entrevistadores, la situación requiere siempre profesionalidad. No debes mantener una entrevista al igual que si estuvieras charlando con tus colegas. Puedes ser tú mismo y mostrarte cordial y agradable con tus interlocutores pero nunca olvides mantener todas las formalidades del caso.
- Incómodamente paralizado. La falta de práctica, el no saber actuar antes situaciones inesperadas o simplemente un mal día pueden llevarte a quedar paralizado ante una pregunta o situación imprevista. Una buena alternativa para estos casos es tener un plan general para salir del paso: respuestas genéricas que te den tiempo a pensar, un tema de conversación relacionado con el trabajo o la empresa, preguntas sobre el puesto ofertado. La práctica también puede ayudarte a direccionar tus respuestas para salir de situaciones incómodas o imprevistas.
- Agresivamente dominante. Quieres mostrarte seguro de ti mismo y controlar la situación. Sin embargo, sólo deberás buscar esta seguridad mostrando una actitud receptiva y brindando respuestas claras y concisas. No quieras dominar la entrevista hablando demasiado o pretendiendo saberlo todo. No dejes que la situación te domine, pero tampoco pretendas llevarla siempre a tu terreno. Un punto intermedio en el que demuestres autocontrol y profesionalidad será la opción más adecuada.
La actitud con la que enfrentas las entrevistas laborales habla por sí sola. Los errores comunes suelen pasar por tener exceso de confianza con los entrevistadores, mostrarte desconcertado o querer dominar la situación todo el tiempo. Recuerda nuestras estrategias para tener éxito en las entrevistas y conserva una actitud siempre profesional para conseguir el mejor de los resultados.
