Todos deseamos desarrollar nuestra capacidad creativa, pero la mayoría desconoce por dónde empezar a hacerlo. Aquí te ofrecemos 5 sencillas formas de estimular tu imaginación y tu potencial innovador:
1. Dedica tiempo a un hobby: muchas veces contamos con un gran número de potencialidades y una gran energía acumulada que no sabemos de qué modo canalizar. Encontrar un hobby o pasatiempo que realmente nos apasione es ideal tanto para liberar tensiones y estrés como para abrir caminos a nuevas ideas y pensamientos positivos. Los pasatiempos nos ayudan a mejorar nuestra concentración y estado de ánimo, dos elementos fundamentales para alimentar el pensamiento creativo.
2. Prueba cosas nuevas: claro, es muy difícil ser más creativos si tenemos una vida rutinaria y no nos animamos a realizar pequeños cambios en nuestro día a día. Para estimular la creatividad es fundamental probar cosas nuevas: incorporar sabores, conocer lugares o gente nueva o simplemente, realizar gestos tan sencillos como recorrer un camino nuevo de vuelta a casa. Estos pequeños cambios son los que estimulan nuestra actividad cerebral, no dejando que se estanque por la rutina y la predictibilidad.
3. Busca otros puntos de vista: lo hemos dicho cientos de veces: ¡hay que salir de la zona de confort! Animarse a ver el mundo y nuestra propia vida con otros ojos. Pedir consejos, recomendaciones, ponerse en el lugar de otro. Nuestra perspectiva es única pero limitada. Cuantos más puntos de vista logremos evaluar sobre un mismo tema, más amplia será nuestra comprensión sobre él. Así, podremos entrenar también nuestra capacidad de resolver problemas y desafíos encontrando nuevas soluciones.
4. Incorpora nuevos conocimientos: la curiosidad es, sin duda, uno de los principales motores de la creatividad. El incorporar aprendizajes y saberes nuevos constantemente nos ayuda a tener más recursos y herramientas para descifrar el mundo y generar cambios útiles en él.
5. ¡Pasa a la acción! La creatividad pertenece a un mundo abstracto de ideas y pensamientos y, si no logramos aplicarla, sus beneficios se quedarán a mitad de camino. Para que la creatividad tenga efectos en la vida real es necesario pasar a la acción, es decir, a la innovación. Esto significa ser capaces de materializar aquellas ideas novedosas y hacerlas realidad, para desarrollar nuevos productos, procesos o tecnologías que logren cambios verdaderos. La innovación y la creatividad son dos caras de la misma moneda que se nutren mutuamente.
¡Aprovecha nuestros consejos de hoy para entrenar tus pensamiento creativo y animarte a generar grandes cambios en tu vida y en el mundo!
