3 estrategias para lograr armonía interior en el trabajo

Cuando se habla de buscar paz y armonía interior, la mayoría de las personas imaginan un paisaje en lo alto de las montañas o en la costa de un inmenso mar; en definitiva, contextos marcados por la naturaleza y el aire libre. Pero hoy no quisiéramos irnos tan lejos, por eso te decimos cómo hallar armonía interior aquí cerca: en tu ciudad, en tu mismo hogar y hasta ¡en tu propio trabajo!

Aunque sea difícil creerlo, en el mismo ambiente en el que podemos sufrir momentos de estrés y cansancio, podemos también, con simples prácticas, alcanzar paz interior y enfrentar cada obstáculo diario con una actitud más positiva.

Aquí nuestros tres consejos para lograrlo:

Céntrate en una sola tarea (¡olvídate del multitasking!): uno de los desencadenantes más habituales de estrés laboral tiene que ver con la necesidad –o incluso, costumbre- de hacer cientos de tarea a la vez. Esa sobresaturación mental suele generar mucha ansiedad y dispersión. Quizás en determinados momentos sea imposible detener esta vorágine, pero en otras ocasiones podemos hacer el esfuerzo por centrarnos exclusivamente en una sola y simple tarea, eliminando de nuestro pensamiento cualquier otra preocupación o ansiedad al menos durante ese lapso de tiempo. De este modo, estaremos logrando mejorar nuestra concentración y tener mayor armonía. Claro que no es fácil frenar la velocidad del ritmo diario. Pero haciendo este esfuerzo una vez al día lograremos ir sosegando poco a poco nuestro espíritu y mejorando nuestra paz interior y también nuestra productividad. Una vez que interiorices esta manera de trabajar verás que podrás avanzar más rápidamente, con mayor concentración y menor estrés en gran cantidad de tareas cotidianas.

Respira profundamente: algo sencillo y aplicable a cualquier ámbito y momento de la vida. Y por supuesto, ¡también fundamental en el trabajo! Es un breve instante en el que es posible soltar todas las tensiones. Hazlo con una inhalación profunda y lenta, dejando que el aire vaya entrando en tus pulmones e invadiendo cada rincón de tu cuerpo; reteniéndolo luego durante unos segundos más, para volver finalmente a liberarlo con una larga exhalación, vaciándote y expulsando las preocupaciones. Oxigenar de este modo nuestro cuerpo y nuestra mente al menos una vez al día durante las horas de trabajo nos permitirá hacer un breve recreo e ir liberando las tensiones diarias. Si lo necesitas, en internet hay muchas páginas que enseñan técnicas de respiración profunda.

Pensamiento positivo: ¡Claro que sí! Así como muchas veces no podemos evitar los pensamientos negativos que nos invaden durante el día, podemos también programar nuestro cerebro para acostumbrarlo a tener al menos un instante diario de pensamientos positivos. Tómate 5 minutos y visualiza algo que te llene de placer o gratitud. Inunda tu mente con imágenes que te den verdadera satisfacción, quizás recuerdos, tal vez proyectos… Lo importante es que durante esos 5 minutos, tu mente sonría y así también lo haga tu rostro. Ejercita el pensamiento positivo que te ayudará a sentirte más a gusto y con energías. Pon los problemas en remojo y retén en tu mente las imágenes más bonitas, felices y agradables que puedas evocar. Siente cómo ese sentimiento de placer y alegría te llena y deja que conquiste todo tu día. Así, con apenas unos minutos diarios, podrás disfrutar de la onda expansiva de bienestar del que te proveerá tu propio cerebro.

Comienza a poner en práctica estos tres simples consejos para ir encontrando armonía interior en tu ámbito laboral y ¡empieza a construir una rutina más saludable!